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DIARIO SUR

El iTunes filmico de Sony

Sony está trabajando para crear una tienda de cine online y hacer frente así a la crisis del sector cinematográfico tras la irrupcion de las redes de P2P que permiten la descarga gratuita de películas.

La idea es digitalizar sus 500 películas más vistas y crear una distribución a través de internet y hacer así a la red una aliada de su negocio y no una enemiga como viene siendo para la industria del cine.

La idea no solo es buena sino que se apoya en el modelo iTunes que ha sorprendido a los que esperaban un batacazo para un servicio de descargas legales en la red. La tienda de Apple ha tenido más de tres millones de descargas desde su lanzamiento, lo que ha demostrado a las discográficas que hay que mirar a internet como un nuevo medio de distribución de sus productos y por extensión debe servir igualmente para la distribuición de películas.

La realidad es que aunque este tipo de tiendas abre una nueva vía para paliar las crisis tanto en el sector cinematográfico como en el musical hay que impulsarlas más y dar más conocimiento de ellas porque siguen descargandose muchas canciones a través de la red P2P y la piratería sigue quitando mucho negocio a las productoras. Como dato vease que España es el país europeo donde más ha crecido con un 30% de copias ilegales en 2001, y en estos años no ha variado mucho, todos estamos hartos de ver como en las calles nos ofrecen las películas que están en cartel a un módico precio y aunque siempre va a ver gente que la compre estamos los que, quizá por nuestro propio beneficio porque puede que sea nuestro futuro, miramos dos veces la película o el disco en cuestión y nos preguntamos la manera de obtenerla quizá un poco más cara pero sin perjudicar a los que lo producen.

La propuesta de Sony no es sólo una buena iniciativa financiera sino que a buen seguro bien acogida por los usuarios, si sigue la trayectoria de la iTunes. Pero cabe preguntarse por qué le hace competencia a Movielink, el sistema de alquiler a través de la red, en la que participa junto a otras productoras. La respuesta será seguramente la económica y antes de que a alguna empresa le de por hacer la tienda online de cine, la hacen ellos, la competencia puede ser para Movielink pero no para Sony ya que la gente que deje de alquilarlas en Movielink para adquirirlas lo hará en su Connet por lo que los beneficios son suyos, y en esto de los negocios los números son los que valen.

Pastora V.

2 comentarios

Pastora V -

No hablamos de crear un circuito cerrado, todos sabemos que mientras haya competencia, ésto no sólo repercutirá en el precio sino que también en la calidad del servicio.

Lo que trato de explicar es que ante el problema de la pirateria hay que buscar y poner soluciones, y ésta es una de ellas, no negamos que puedan existir otras, todo lo contrario pero es evidente que hay que atajarlo y eso pasa tambíén porque las productoras piensen que quizá el sistema de distribuición que tienen pasa por demasiadas manos, y cada mano más es una subida de precio del producto... El sistema por internet es casi directo e incluso podría serlo más y que las productoras directamente ofrecieran sus productos evitando el coste de las distribuidoras, esto también supone un problema para las distribuidoras, como casi todo lo que propongas, pero la realidad es que soluciones hay que aportar y un portal donde puedas hacer la descarga de la película pagando un precio no muy elevado nos parece un paso más.

Cristina -

Nadie discute que el tema de la Propiedad Intelectual está aun por determinar en el sector internet. Pero desde sus inicios aparecieron y desaparecieron softwares que ofrecian un mismo servicio: descargas gratuitas. ¿De qué modo subsisten esas empresas, acaso Naster, Audiogalaxy se mantuvieron por amor al arte?
No creo que nadie critique a Napster por cobrar de cuota 10 dolares al mes por descargar ilimitadamente. Pero el caso concreto de Sony es un atropello. No se trata de robar más o menos... de acabar o no con el mercado comunicativo. La cuestión esta en buscar un sistema justo, que responda a las necesidades del usuario, sin imposición ni circuito cerrado, a veces se olvida que no estamos viviendo una carrera espacial.