TODOS A LA MANIFESTACION
Hay cosas que no se pueden dejar sin comentar y es que hay cosas ante las que no debemos mostrarnos impasibles, y esta manifestación en contra del matrimonio homosexual, o lo que es lo mismo en contra de sus derechos, es una de esas cosas ante las que tenemos que reaccionar.
Me encanta la preocupación y el amor que profesan, algunos sectores de nuestra población hacia la familia y su estructura, "su estructura natural", esa conformada según la ley de dios o de su dios. A la vez, me encanta que la señora Botella vaya a la manifestación alegando que la calle es de todos y que el señor Acebes se escude en que no es en contra de los homosexuales sino en contra de la propuesta del gobierno. Que bonita manera de decir que está en contra de equiparar los derechos de todos los ciudadanos sin distinguir entre rubios o morenos, homosexuales o heterosexuales... O para que ustedes, "señores peperos" lo entiendan mejor, peras y manzanas. Leí un comentario que decía que, "por esa misma regla nosotros no estaremos en contra de votar al PP en las próximas elecciones sino en contra de votar a esos fachas homófobos".
Y es que, estoy totalmente de acuerdo con que la gente se manifieste cada vez que le parezca que exista un motivo oportuno, según el juicio de cada cual. Porque como bien dice la señora Botella "la calle es de todos". Y esto me hace recordar aquellas manifestaciones en las que salimos a la calle casi todos los españoles pidiendo que se parara una guerra que se ha demostrado que fue y es injusta. Sin embargo, no se nos escuchó. Sobre esto me gustaría recalcar la diferencia existente entre manifestarse por creer que la guerra es injusta y la muerte de esas miles de personas también y manifestarse por creer que el hecho de que se casen dos homosexuales transgrede la ley de dios o desestructura la familia convencional. Vuelvo a repetirme si rompe la ley de su dios que no se casen los homosexuales que crean en él susodicho dios pero que dejen en paz al resto y si desestructura la familia que obliguen a los divorciados a volver con sus respectivas parejas, ¿no? Pero esta es sólo mi opinión. Aunque claro está, también me encanta el amor que predica la Iglesia, en general, ese amor tipo "gueto" en el que se quieren entre ellos y condenan al resto, o al menos esa es mi sensación, y no me apetece poner ejemplos historicos por todos conocidos...
Sin embargo, me parece que lo justo es que se les escuche. Que se les escuche a ellos y al resto que estamos de acuerdo con la igualdad de derechos ante la ley. Por lo menos ante la ley terrenal y ya cuando muramos pues que dios nos juzgue. Espero que no haga falta recordar a nadie que según esta "ley celestial" está prohibido matar así que... Dios nos pille confesados.
La otra cara de la manifestación